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Modificaciones a la Ley de Riego

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Existe interés en el Panel en poder comprender mejor lo que plantea el proyecto de modificaciones a la Ley de Riego en lo que refiere a los embalses. ¿Cómo se gestionarían? ¿Dónde van a ser establecidos? ¿Qué problemas ocasionarían si se hacen en las partes altas de las cuencas? ¿No se podrían hacer embalses comunitarios con monitoreo estatal?

Respuesta de DINAGUA

No se puede establecer un criterio general para la ubicación de embalses. Cada embalse requiere un estudio específico, en función de su uso, que incluye aspectos hidrológicos, ambientales y estructurales. Con referencia a la gestión, se deben cumplir las pautas que se dispongan al otorgar el permiso de uso. La gestión puede estar a cargo de entidades públicas o de particulares.

Respuesta de la integrante del Grupo Asesor Ing. Agr. Anahit Aharonian

Creemos imprescindible reflexionar que se está planteando una ley para asegurar el riego a plantaciones que antes no eran regadas, solamente, repito SOLAMENTE para que se eleve su rendimiento, lo que significa ingresos de mayor cantidad de $$$ para los productores, sin dar lugar a la previa discusión de la cual hemos estado hablando y hemos insistido. ¿Quién decide
que se plante soja (y otros cultivos), dónde, cuánto, para qué, para quién? ¿Por qué debemos resignarnos a aceptar que «el mercado nos impone esto y no hay otra opción»? A esto agregar la aparición de operadores privados en proyectos público-privados que en otros tiempos condenábamos y hoy parece «aplaudimos».
No podemos ignorar (porque compromete seriamente las intenciones del Plan Nacional de Aguas) que -previamente a la presentación del PNA- el MGAP lanzó en 2015 su «Estrategia de Fomento del Desarrollo de la Agricultura regada en Uruguay», como parte del programa de Asistencia Técnica No Reembolsable que ha venido desarrollando el equipo técnico del Banco en Uruguay en 2013‐2014….» En sus agradecimientos deja en claro que hubo conocimiento de varias reparticiones ministeriales incluida la Dinagua y de su contenido podemos concluir que el objetivo es recaudar, fomentar la «ventanilla única» que implica acelerar los trámites que estaría en discusión entre Renare y Dinagua (va como un ejemplo). Y preguntamos cómo se coordinaría el Plan de RENARE en relación a predios y riegos, con las políticas y planes de ordenamiento
territorial de DINOT.

Respuesta del integrante del Grupo Asesor Dr. Rafael Arocena

1. Desconozco cómo se gestionarían, pero en el proyecto se propone la figura de Operador de Sistema de Riego, fundamentalmente personas privadas, que lo cofinancian, construyen y operan durante la concesión. Tal vez convenga dirigir este tipo de preguntas a los abogados u otros profesionales que entiendan mejor de estos temas.

2. Desconozco dónde serán establecidas, y supongo que aún no hay decisiones al respecto. Sin embargo podemos decir que se trata de áreas agrícolas no arroceras. En la última reunión del Consejo de RRHH del Río Uruguay se informó que el MGAP había encargado un estudio de caracterización de las cuencas de los ríos San Salvador, Yí y Arapey, a efectos de explorar las posibilidades e intereses de construir en el orden de uno o dos embalses en alguna(s) de dichas cuencas.

3. A modo de especulación, dudo que se hagan en las partes altas porque allí se capta menor cantidad de agua y no cumplirían el objetivo de ser multiprediales. Cualquier ubicación tiene sus ventajas y desventajas. En las partes altas el impacto compromete a todo el curso, el que se encuentra enteramente aguas abajo. Por otro lado dicho curso recibe también aguas y materiales de otros afluentes no embalsados, que mantienen su condición original. Al existir numerosos cursos en las partes altas, y sólo alguno(s) de ellos es embalsado, los demás en cierta forma amortiguan o diluyen sus efectos y además de algún modo los sustituyen, mitigando el impacto.

4. Según el proyecto, entiendo que el manejo de los embalses está muy ligado a la recuperación de la inversión inicial, la cual es alta, por lo que se propone el mecanismo de participación público privada para la misma. Si existe algún tipo de participación comunitaria se refiere a la comunidad de productores rurales, usuarios del servicio de riego. Sin embargo, es posible que en el proceso de implementación surjan otros actores involucrados y que puedan estar interesados en participar del manejo del embalse.

Respuesta del integrante del Grupo Asesor Ing. Agr. José Bonica

Una opción sería que numerosos interesados se agruparán para construir primero, gestionar después y eventualmente también regar. Este caso no se diferencia, a mi entender, de una sociedad anónima, de hecho o cualquier otra. Es decir de una persona jurídica con derechos y obligaciones. No tengo objeciones en este caso. Otra visión sería que fueran hechas con dineros públicos. Entiendo que hay otras prioridades para el uso de recursos públicos (principalmente educación). Si el Estado buscara financiamiento externo, no sería conveniente (la deuda del Estado al día de hoy ya es demasiado, demasiado grande). Entiendo que NO se debe ir por este camino. El interés y los recursos en construir represas deben venir de privados.

El rol del Estado debe ser alentar, estimular estas inversiones y prever su impacto ANTES de autorizarlas.

Respuesta de la integrante del Grupo Asesor Ing. Agr. Mariana Hill

Esto requiere un diálogo.

Respuesta del integrante del Grupo Asesor Fernando López

Con respecto a los embalses en las nacientes, tiene dos aspectos principales:
1) Por un lado permite manejo del agua mejor ya que se puede dosificar su uso como reserva y
aportando a mejorar caudal.
2) Es más eficiente y económico ya que sería por gravedad, de lo contrario al final de los cauces
habría que remontar mediante bombeo aumentando costos y en muchos casos también puede haber mayor afectación por inundación u otros aspectos. Por lo tanto en términos generales es compartido.

Con respecto a dónde se instalarían depende de cada obra. Hay muchos aspectos a tener en cuenta: costo movimiento de tierra, afectación económica por la afectación de tierra, no es lo mismo afectar campo abierto que fracciones con mucha inversión encima o donde puede estar cerca de zonas urbanas o suburbanas donde el valor de la tierra es mayor, distancia a la energía
etc., condiciones topográficas, etc.

Con respecto a la gestión. Este es uno de los puntos críticos, ya sea por las experiencias anteriores de obras asociativas donde más allá de la inversión las dificultades de gestión hicieron que en muchos casos fracasaran. Fracasaron la creación de la figura «gestor de sistemas de riego» que como decimos en la comparecencia de CNFR en comisión agricultura en senado, es un arma de doble filo, ya que no queda claro que figura jurídica será… ¿SA?

Lo otro es que la diferencia de hasta ahora que las SAR son cerradas o sea los mismos regantes son responsables de fijar las tarifas y pagar donde no hay necesidad de ganancia, a nuevo escenario donde el «inversor» de afuera y el gestor del sistema van a tener su interés particular y pueden ser aspectos de conflictos.

Embalses comunitarios. En principio no tendría impedimento, en la actualidad existen obras multiprediales que pueden compartir un embalse asociativo y su distribución. Con respecto al monitoreo satelital no entiendo si es a embalses comunitarios solamente o en cuanto a monitoreo, quizás se necesiten nuevas herramientas tecnológicas si es que colaboran en el monitoreo.

Respuesta del integrante del Grupo Asesor Ing. Rafael Terra

Toda respuesta a estas preguntas es tentativa porque la Ley de Riego está sufriendo cambios, pero las contesto en mi entendimiento de lo que es el espíritu y el texto de la Ley en su versión actual. La autorización de uso del agua por parte de la actividad competente (DINAGUA) a la Sociedad o Asociación Agraria de Riego (SAR/AAR) seguirá los mismos exactos criterios que cualquier otra autorización de uso del agua a cualquier particular. En ese sentido el control estatal respecto al uso del recurso hídrico para ser embalsado no sufre ninguna novedad. Se deduce de lo anterior que la SAR/AAR no puede lesionar autorizaciones previas de uso, pues este es un criterio que verifica DINAGUA para cualquier autorización nueva.
La novedad radica en la gestión del agua una vez embalsada (con autorización) entre los socios regantes. Allí operan las medidas contractuales de los socios de la SAR/AAR. La autoridad competente se reserva el derecho de exigir volúmenes y caudales mínimos con fines prioritarios, incluyendo los ambientales. Pero esto en realidad tampoco es una novedad, porque el Estado ya tiene esa prerrogativa actualmente en relación a las autorizaciones de uso existentes.

No sé exactamente qué se entiende por “embalses comunitarios con monitoreo estatal”, pero a mi entender eso es precisamente lo que intenta fomentar la Ley. Lo que está faltando en la actualidad y que intenta subsanar la Ley es la capacidad de inversión para la obra civil. Para ello la Ley genera el marco regulatorio para atraer dicho capital habilitando el cobro del servicio de almacenamiento y distribución para brindar el agua en el momento y lugar oportunos entre los socios regantes. A diferencia de la Ley de Riego precedente, habilita a que un cierto porcentaje de dicho capital provenga de personas no directamente involucradas con la actividad agropecuaria. de dicho capital provenga de personas no directamente involucradas con la actividad agropecuaria.

No es el agua el que la SAR/AAR cobra a los socios regantes sino el servicio. El Estado sí se reserva el derecho a cobrar un canon por el agua a la SAR/AAR que por ende se trasladará a los socios regantes. Pero, una vez más, esa posibilidad no es nueva, ya existe en la normativa vigente.

Los embalses se establecerán donde se planteen los proyectos por parte de la SAR/AAR y los mismos sean aprobados por las actividades competentes en MGAP (en relación al uso del suelo), y MVOTMA en relación al impacto ambiental y los recursos hídricos. La Ley también exige al menos hacer un estudio de viabilidad de generación hidroeléctrica.

El impacto ambiental deberá ser analizado en cada caso y es muy difícil hacer valoraciones en abstracto. En general embalses grandes en las partes altas de las cuencas (que es lo que se persigue) tiene mayor eficacia en diversas dimensiones respecto a embalses más pequeños e individuales en zonas más bajas: menor área inundada y movimiento de tierra por unidad de
volumen embalsado, más fácil acceso por gravedad a los suelos a regar.

El riesgo de eutrofización depende de muchas cosas, entre ellas: el tiempo de residencia del agua en el embalse (que depende de la relación de su volumen con la cuenca de aporte), el uso del suelo en la cuenca de aporte y, en menor medida, la operación del embalse. Algunas de estas características tienden a ser más favorables en embalses grandes en partes altas de las cuencas y
otras no. De nuevo, no es fácil generalizar. Si bien es obvio que la Ley de Riego busca promover los embales, los mismos deberán seguir el proceso de autorización ambiental ya existente. Más aún, la propia Ley plantea exigencias sobre la calidad del agua a la SAR/AAR que serían exigencias ambientales adicionales a las que se tienen actualmente en un embalse de un particular.